La casa del Caracol
Todos las mañanas, un
caracol al salir el sol tomaba un poco de agua y limpiaba su concha ya que
decía que tener una buena casa y de buen aspecto y calidad podía detener a
cualquiera de los peligros que a este le pudieran presentar.
A lo lejos un chapulín la
observó y se decía:
-Pobre amigo debería hacer
algo de provecho y no estar perdiendo el
tiempo.
Al día siguiente, una
terrible lluvia arremetía contra el bosque donde se hallaba el chapulín, al caracol no le importaba pues desde su casa segura, no tenía de qué preocuparse,
mientras tanto el pobre chapulín estaba empapado y no hacía otra cosa que
tratar de buscar refugio, primero en una hoja, pero estaba muy rota, después en
un tronco pero como estaba demasiado seco se hizo pedazos al final, con tanta
desesperación no tuvo más remedio que aguantar la tormenta.
No
todas las enseñanzas o consejos son inútiles, ya que cuando menos te lo esperas
son de mucha ayuda.
Autores:
Jesús Porras Sánchez
Jonatán
Camacho Ortiz
Gabriel Arenas Vélez
Gabriel Arenas Vélez
La ardilla y el oso
Una mañana antes del
invierno un oso muy trabajador estaba recolectando peces cerca de un arroyo,
cuando una ardilla prepotente y mala se acercó con la intención de molestarlo
haciéndole que dejara de hacer lo que estaba haciendo.
El oso, muy dedicado,
preguntó: qué quieres ardilla.
La ardilla cuestionó: –qué
haces tonto, oso glotón.
Nada- contestó el oso, un poco pensativo.
Imaginaba que si le decía
que se preparaba para invernar la ardilla lo dejaría en paz, para que ella
también se preparara para el invierno, pero entonces el oso decidió ponerle una
trampa.
La ardilla partió de donde estaba el oso, para ir a molestar a otros animales.
El oso terminó su trabajo y
entonces puso en marcha su plan. Fue a donde la ardilla y trató de molestarla,
para que esta perdiera su tiempo y no se concentrara en el invierno.
Llegado el invierno todos se
fueron a sus casas, mientras la ardilla, pedía auxilio a los animales pues no se
había preparado para invernar, pero como era muy mala con ellos nadie le hizo
caso y la dejaron a su suerte.
No
pierdas el tiempo en hacer cosas que no te aporten nada y mejor aprovecha a tu
favor.
Autores:
Jesús Porras Sánchez
Jonatán
Camacho Ortiz
Gabriel Arenas Vélez
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